Hace algunos meses, estaba yo muy emocionado porque la saga de depredador regresaba a la pantalla grande. Si bien la película del ’97 con Dany Glover fue un desatino y el spin off de Alien VS Depredador lo fue aún más, Depredadores del 2010 fue una muy agradable sorpresa para la mayoría de los fans y esta vez no podía sino estar entusiasmado al ver que Shane Black no sólo se encargaría de la dirección, como hizo en la primera entrega del ’87, sino que se encargaría también de coescribir el guion. Llegó el día de por fin ver la película. Decidí hacer caso omiso a algunos comentarios que ya me habían llegado vía twitter de que era mala pues como siempre, no todo gusta a todos y “haters gonna hate” así que entré a la sala de cine con mis palomitas, condimenteritos de salsas y actitud positiva, dispuesto a darle una oportunidad a esta peli. La música inmediatamente me llamó la atención, pues es una adaptación bastante decente de lo que fue el score de la película original. Sonidos marciales con orquesta que no está necesariamente diseñada para generar suspenso, sino una sensación de momentos épicos bien marcados (así lo era en la original). Desafortunadamente, en El Depredador la comencé a sentir desencajada, fuera de lugar. Algo empezó a deformarse mientras los minutos avanzaban y mi buena actitud comenzó a deteriorarse en un muy sentido “¿te cae?” Comedia forzada, situaciones que simplemente están fuera de lugar dentro del universo que se había generado alrededor de una de las criaturas más peligrosa del universo, clichés a diestra y siniestra, todo… todo empezó a ponerse mal muy rápido. No puedo comentar la trama en sí sin dar spoilers, y para aquellos aventureros que tengan dinero y tiempo que perder, que quieran ir verla, pues no les voy a arruinar la experiencia. Sin mucho qué decir de la parte técnica de la película tampoco, esta reseña será corta. Las actuaciones son medianamente rescatables y lo digo así porque el guión es bastante malo. La trama es débil e insisto, totalmente aislada del resto de las películas en términos de narrativa. Casi pudiera pensarse que Shane Black estaba viendo gremlins un tanto borracho y dijo, sostén mi cerveza… esto puede funcionar para una película de Depredador. Y no digo que Gremlins sea mala, simplemente el tono de ambas películas es tan dispar, que ver algo que junte ambos estilos termina siendo francamente lamentable. El depredador es una película que, si bien hace muchas referencias a la película original, no le hace justicia. Se lleva a cabo en espacios abiertos, sin el menor enfoque en la naturaleza de la criatura, que es cazar por deporte, furtivamente… Todo es abierto, con explosiones, chistes y más malditos chistes, no hay una construcción de personajes clara, que permita empatizar con alguno de ellos… En pocas palabras, no la vean y si ya la vieron y les gustó, díganme en qué me estoy equivocando, porque casi me salgo de la sala a media película y la terminé de ver por pura disciplina. YayoTwitter: @amigoyayo |
ENAJENADOSSEl tercer spin-off de El Cartel de Texas: Enajenados Archivos
Enero 2019
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