Una entrega más de Netflix, que nos demuestra que Hollywood, poco a poco se está volviendo solamente una opción más y que empieza a permitir a un volumen de espectadores más amplio, el disfrutar de producciones de otros países con la misma o mejor calidad que nos puede ofrecer el gigante californiano. En esta ocasión seguimos a un joven que, decidido a demostrar hasta dónde puede llegar por el amor de una mujer, decide escalar el Everest, sin entrenamiento alguno y nada más que su voluntad para hacerlo. De esta manera, demostrará ser merecedor de un beso, sólo un beso; y con un poco de suerte, algo más, de la bella Nadia (Alice Belaïdi). Una película francesa, que nos lleva de la manera más ligera y divertida (como suelen ser las comedias producidas en este país), por el viaje de éste singular muchacho senegalés. Para todos los que han disfrutado de hacer montañismo, como su servidor, encontrarán en esta película muchas cosas que seguramente no sucedieron en la vida real. Si bien, está basado en la historia real de Nadir Dendoune, que escaló el Everest sin experiencia alguna y nos cuenta su aventura en el libro Un tocard sur le toit du monde (), la odisea representada va más allá de lo que un ser humano común y corriente puede haber sobrellevado, sin haber sufrido mucho más de lo que vemos a nuestro protagonista. Puede tener que ver que el director ni siquiera leyó el libro en el que se basó para realizar su guión. Dato curioso que no debe sorprendernos, ya que muchas de las películas “basadas en hechos reales” sólo nos dan una pizca de verdad y 200 Kilos de ficción para volverlas más interesante. Haciendo esto a un lado, debo decir que El ascenso es una de las imperdibles de Netflix. La actuación de Ahmed Sylla, con su personaje Samy, es maravillosa. Desde que lo conocemos nos cae bien y su actitud ante la adversidad, siempre con una sonrisa, nos llama a querer verlo logrando su objetivo minuto a minuto. La fotografía es increíble. Es la primera película de ficción en la que se realizan grabaciones en el campamento base del Everest y se puede observar el esfuerzo para hacerla cuando nos regalan los paisajes imponentes de los Himalayas. Samy, caminando, sufriendo y riendo por cada uno de los senderos que lo llevan a la montaña más alta del mundo y nosotros con él. Todos los puntos que visita Samy fueron grabados en locación. La gente y la cultura. No necesitamos ver un documental de 15 minutos de cada uno para disfrutar y visitar cada uno de ellos. Otro punto a favor de esta producción. Si bien la trama puede ser un poco predecible, en general vale mucho la pena verla. Se quedarán con una gran sonrisa al final. Para mí, es lo más importante cuando se decide dar play y dedicar 2 horas para ver una película. YayoT: @amigoyayo |
ENAJENADOSSEl tercer spin-off de El Cartel de Texas: Enajenados Archivos
Enero 2019
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